El mundo digital que se abre ante
nosotros, ha transformado la manera en que socializamos y nos comunicamos los
unos con los otros.
En tan solo un clic tenemos acceso a innumerables
plataformas, activos, apalancamientos y un sinfín de estrategias antes
inimaginables. Parece que la era digital a relegado a un segundo plano nuestras
emociones sin darnos cuenta que seguimos siendo individuos de habito.
“Debemos hacer Visible lo Invisible”.
Herman Palmer, se ha pasado los
últimos nueve años trabajando para una organización sin ánimo de lucro que
ayuda a la gente con problemas de endeudamiento en el Bronx. Su pequeña oficina
es de corte minimalista, con un escritorio tan limpio que no parece que nadie
lo haya utilizado nunca. Lo único que hay encima de la mesa es un bote de
golosinas. Pero no está lleno de ellas sino de pequeños trocitos de tarjetas
Visa, Mastercad,….etc.
La realidad es que cuando pagas
con tarjeta – Dinero de Plástico- estas realizando una transacción electrónica
abstracta a tu conciencia, se podría decir que para ella eres invisible y ya le
va bien porque su objetivo en todo momento es que gastes para sentirte bien con
tus emociones. En cambio cuando Pagas con dinero metálico, físico, el hecho de
verlo y tocarlo despierta tus sentidos, lo que a su vez nos alerta activando el
mecanismo que nos hace conscientes al gasto que vamos a realizar, lo que nos
brinda la oportunidad de razonar y plantearnos si realmente lo necesitamos o por
el contrario nos estamos engañando.
El problema de las tarjetas de
crédito es que se aprovechan de un peligroso defecto integrado en el cerebro.
Este defecto está arraigado en las emociones, que tienden a sobrevalorar las
ganancias inmediatas. Nuestras sensaciones se entusiasman ante las perspectivas
de una recompensa inmediata, lo que nos hace impulsivos activando nuestro
sistema dopaminergico, cuyas células le dicen a una persona que contrate una
hipoteca que no puede permitirse, o que acumulen deudas en la tarjeta de crédito.
Lo que quieren estas células es una recompensa y la quieren ahora. (Mas
emociones significa mas impulsividad).Confiamos en que nuestras sensaciones no
nos llevaran por el mal camino y no es así, somos engañados por ellas.
Atendiendo a estas circunstancias
bajo mi punto de vista estas anomalías son las que sufrimos los traders
intradia y no tan intradia en la ejecución de nuestras estrategias. ¿Por qué
cortamos rápidamente nuestras ganancias y en cambio dejamos correr nuestras pérdidas?,
puede tener que ver con este factor. Cuando ganamos aunque nuestro objetivo este
mas alejado, somos bombardeados por nuestras emociones, que no paran de repetirnos
“Cógelos Ya son tuyos”, para cumplir su objetivo de obtener una recompensa
inmediata. En cambio ante las pérdidas nos adentramos en una nueva problemática
donde la esperanza y el miedo a la aversión a las pérdidas recobran toda su
fuerza. Perder hace daño por lo tanto intentamos aplazar todo lo posible ese
dolor, y que mejor manera para aplazarlo que mostrando esperanza que no es mas
que un engaño ante la posibilidad de una ganancia importante porque no podemos
aceptar la perspectiva de perder. La aversión a la pérdida es un defecto
innato, todo aquel que experimenta emociones es vulnerable a sus efectos.
El único antídoto pasa por
conocerlos y hacerlos conscientes a nuestra mente. Como si de un truco de magia
se tratase convertimos lo invisible en visible.
Hace tiempo que para evitar estas circunstancias,
utilice un sencillo método que consistía en tener delante mío la cantidad real
de dinero a la que equivale en el FDAX 1 punto (25€). La cantidad que para unos
será la adecuada y para otros una miseria no es tan importante como los efectos
positivos que puede proporcionarnos. Se trata simplemente de hacer visible a
nuestro cerebro una transacción electrónica, evitando activar así el sistema
dopaminergico que provoca la impulsividad, optando por razonar nuestras
estrategias sin ello ser sinónimo de beneficio pero siendo a la larga la vía
para aprender a no cambiar nada bajo presión.
En otro fantástico libro que en
estos momentos me viene a la memoria – Pep Mari, en Aprender de los Campeones
dice lo siguiente:
“El problema reside en aquellos
cambios que por culpa de ponerse nerviosos, los deportistas introducen en su
forma de afrontar la competición. Esos cambios y no los nervios son los
responsables de las derrotas inesperadas.
En el caso de una jugadora de Tenis
de mesa, mediante el visionado de partidos pudo hacer consciente los cambios
que realizaba al sentirse presionada.
Ser consciente del problema es la
mitad de la solución, ahora ya sabía que cambiaba bajo presión. El siguiente
paso consistía en aprender a no cambiar nada. Esta jugadora necesitaba una
señal que le recordara durante el partido la necesidad de no cambiar bajo
presión. Debía ser una señal VISIBLE,
que no molestara para jugar y que al mismo tiempo pasara inadvertida. Pegamos
un tracito de plástico negro a cada lado del mango de su raqueta. Cuando
durante el partido veía ese puntito negro recordaba que bajo presión no debía
cambiar nada y hacer lo que siempre hacia. Esa fue la manera que le ayudo a
aprender a tolerar la presión”.
Esta ha sido su manera, la mía
también la conoces, ahora si piensas que puede ayudarte elabora tu propio sistema
con el fin de
“Hacer Visible lo Invisible”.
Un saludo a todos
Ref.
Daxdoit – Libro: Cómo decidimos y
cómo tomar mejores decisiones
http://daxdoit.blogspot.com/2011/09/como-decidimos-y-como-tomar-mejores.html
Jonah Lehrer
http://www.jonahlehrer.com/home
Editorial Paidos Transiciones
http://www.planetadelibros.com
Daxdoit – Libro: Aprender de los
Campeones
Pep Mari - @pepmari4
1.
Aprender
de los Campeones
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