Capitulo 8 (libro Como decidimos y como tomar mejores decisiones).
Después de leerme este apasionante libro, quiero resaltar este capítulo, por la gran similitud que hay entre el póquer y la inversión, espero que te guste y te ayude a mejorar.
Michael Binger, físico y jugador de póquer (Considerado uno de los mejores jugadores del circuito profesional).
Cuando se trata de jugar a póquer, lo único que diferencia a los expertos de los aficionados es la calidad de sus decisiones.
Después de un día interminable de partidas de póquer, me pongo a pensar en las partidas que he jugado y en las cosas que debería haber hecho de otra forma. (Aprender de los errores, revisar las sesiones de trading buscando mejorar)
Es importante tener una rutina antes de sentarse en una mesa de póquer. Levantarse, tipo de desayuno, ejercicios específicos de gimnasia, aunque pueda parecer algo disparatado, lo que hace esta rutina es simplificarlo todo, y así me centro y solo pienso en póquer y solo en póquer. (Las rutinas pueden ayudarnos a prestar la máxima atención en aquello que queremos, evitando así las distracciones)
El póquer es un juego profundamente estadístico, un jugador capaz de determinar las probabilidades de sus cartas boca abajo tiene una ventaja clara con respecto a sus contrincantes. Puede jugar al amparo de las burdas leyes de la estadística, de modo que sus apuestas reflejan la probabilidad de ganar la mano. Sin embargo, el juego no solo tiene que ver con las cartas. La acción de apostar es lo que vuelve el póquer tan infinitamente complicado. (Tener un buen sistema es vital, sin embargo no es la única variable que hemos de tener en cuenta. Nosotros con nuestras decisiones, influimos en nuestros sistemas lo que hace que el enfoque estadístico se mezcle con un enfoque emocional. Conocer esa mezcla y saberla tratar es la base del Trading, al menos así la entiendo yo)
Después de un rato te llegan las sensaciones de los demás. Ves que hacen una cierta apuesta y luego se rascan la nariz o lo que sea y de pronto comprendes que no tienen nada, que la mano es tuya. En el póquer no hay certezas, es decir cualquier cosa que reduzca la incertidumbre es valiosísima, aunque sea un encorvamiento sutil de tu contrincante. En momentos tácticos como este el póquer va más allá de sus probabilidades. El juego se transforma en un drama profundamente humano, una competición de toma de decisiones. (En el Trading no hay certezas, nuestras sensaciones pueden ayudarnos en nuestra toma de decisiones)
Los grandes jugadores de póquer no solo apuestan a datos estadísticos. Necesitan llevar a la mesa algo más, poseer ese inexplicable talento para saber cuándo hay que jugárselo todo a una pareja de reyes. El póquer es una ciencia pero también un arte. (A mi modo de ver el trading también).
Pensar demasiado es parte del problema. A veces debo darme a mí mismo la orden de no centrarme en las matemáticas. El peligro de las matemáticas es que puedes creer que sabes más de lo que sabes. En vez de pensar en lo que está haciendo el otro jugador acabas obsesionado con los porcentajes. La primera parte de la tarea de resolver un misterio es darse cuenta de que no hay solución fácil. Nadie sabe cuál será la próxima carta (Nadie sabe que hará el mercado, ceñirse al sistema es nuestra mejor opción)
Las distintas estrategias utilizadas por los jugadores de póquer sirven para comprender mejor las ventajas de tener una mente capaz de análisis racional y de emoción irracional. A veces esto ayuda a mirar las cartas desde la fría perspectiva de las estadísticas, y apostar solo cuando tenemos muchas posibilidades de ganar. No obstante, los mejores jugadores de póquer saben cuando no deben basarse en las matemáticas. (Lo comparto totalmente)
Binger se da cuenta que en demasiadas situaciones, es importante atender los sentimientos, aunque no siempre sabe a que están respondiendo. Como físico que soy me resulta difícil admitir que no puedes llegar a tener la mano ganadora mediante el razonamiento – dice Binger-. Pero el póquer es así. No se puede tener un modelo perfecto para el. Se basa en una cantidad de información aparentemente infinita. En este sentido el póquer se parece mucho a la vida real y yo añadiría que al Trading.
Trading & Póquer
Binger (Jugador de póquer) se dio cuenta que el póquer era algo mas que un problema de matemáticas. Aunque era físico y estaba preparado para encontrar el patrón cuantitativo en el sistema más aleatorio, a la larga descubrió que no podía ganar la partida solo sacando las cuentas. También necesitaba saber cuando los números no bastaban. Lo que le llevo a entender el póquer tal como era y no tal como el quería que fuese. El juego era demasiado complicado e imprevisible para reducirlo a datos estadísticos. Binger llego a entender que distintas situaciones exigen diferentes modalidades de pensamiento. Unas veces tenía que usar las probabilidades, otras era mejor confiar en el instinto.
Este principio es aplicable al trading, a los mercados financieros. Tanto el póquer como las inversiones son actividades intrínsecamente imprevisibles, por lo que las personas deben actuar con una información incompleta. Nadie sabe como reaccionara el mercado ante los últimos datos económicos o que carta saldrá en el river (póquer). En estas situaciones, la única manera de tener éxito a largo plazo es utilizar ambos sistemas cerebrales en el contexto adecuado. Hemos de pensar y sentir.
Los mejores jugadores de póquer así como los mejores especuladores son capaces de alcanzar un crucial equilibrio mental. Se valen continuamente de un sistema cerebral para mejorar el rendimiento del otro.
La capacidad para oscilar entre las emociones y la racionalidad tiene un efecto importante: le obliga a pensar siempre en cómo está pensando. Como tiene una serie de estrategias cognitivas entre las que escoger, está continuamente reflexionando sobre qué estrategia ha de utilizar en un momento determinado. Esta especie de flexibilidad mental es un rasgo esencial de la toma de decisiones acertadas.
Piensa en cómo piensas. Hemos de cultivar el arte de escucharnos indiscretamente, aprender a pillar por sorpresa conversaciones mentales que tenemos con nosotros mismos.
Binguer
“Lo que me encanta del póquer, es que cuando ganas, siempre es por la misma razón. Puedes perder por mala suerte, pero nunca ganas gracias a la suerte. La única manera de ganar es tomar mejores decisiones que los otros de la mesa”.
Referencias
Daxdoit – Libro: Cómo decidimos y cómo tomar mejores decisiones
http://daxdoit.blogspot.com/2011/09/como-decidimos-y-como-tomar-mejores.html
Jonah Lehrer
http://www.jonahlehrer.com/home
Editorial Paidos Transiciones
http://www.planetadelibros.com
