domingo, 9 de enero de 2011

Trading, Economía y Sociedad.

Espacio Colaboradores
Autor: Rafael García

Este artículo lleva tiempo en mi cabeza. Lleva bastante tiempo, años. Ahora me animo a escribirlo seguramente dejándome muchas cosas en el tintero, pero vamos a ver si somos capaces de transmitir la esencia de estos pensamientos.

Como digo, hace tiempo que me he encontrado con muchísimas reticencias sociales al mundo del Trading. Fundamentalmente van por dos caminos: una su peligrosidad por acudir a casinos de juego y otra su “inaceptable” concepción de especulación pura y dura, de su no generación de riqueza ni económica ni social.

Vamos a suponer una persona formada en Trading, con años de experiencia y que desde su casa es capaz de ir generando un patrimonio creciente, con dificultades normales pero con constancia (el sueño de la mayoría de los lectores de este blog). Dedicarse a “esto” para la gran mayoría de personas, independientemente de su perfil, culto o inculto, económicamente alto o bajo, se trata de una actividad casi “pirata”, poco educativa, juegos de artificio o incluso “especulativos salvajes” (muy utilizada por la izquierda y que todavía no alcanzo a comprender). Los traders son monstruos de dos cabezas con sed de sangre ajena, peligrosos tiburones asesinos que solo esperan debilidades de los demás para quedarse todo su dinero.

Bueno pues vamos a intentar ser serios. Personas con cierta formación suelen diferenciar entre economía real y economía no real (falaz de orígen). Suelen decir que la actividad económica real es aquella que genera riqueza y trabajo de manera directa (en general cualquier actividad que realice la transformación de un producto o subproducto para la generación de valor añadido en él y su posterior venta, o sea, sector manufacturero). Es decir, la agricultura, la ganadería, la industria en general (incluida la construcción civil), la generación de servicios inmediatos, etc., etc.

Por ejemplo quien pone una pescadería necesita comprar el pescado a un mayorista (que previamente ha comprado al pescador o pescadores, patrones o asalariados), en ello genera valor añadido (incrementos sucesivos del precio, comisiones) hasta llegar a la pescadería en donde a su vez incrementa su precio para obtener beneficios en el negocio. En toda la cadena se ha ido generando beneficio tras beneficio y además se supone que puestos de trabajo directos. No solo por la materia prima “pescado”, además por la producción de cajas para el pescado, transportistas, fabricación de hielo, venta de neveras y congeladores, fabricación de furgonetas, etc. etc.

En el caso descrito, como en tantos otros, la gran masa ve directamente la generación de valor económico, social en puestos de trabajo que a su vez genera nueva riqueza, económica y social. Exactamente lo mismo ocurriría con el constructor de un edificio de viviendas, con muchas más implicaciones incluso, albañiles, encofradores, fontaneros, electricistas, soladores, pintores, jardineros, carpinteros, materiales de todo tipo, etc., etc. En cada nudo se genera riqueza directa, en dinero y en puestos de trabajo.

A esto le llaman sectores de economía real, directa. Aquí es donde el 95% de la masa ve los beneficios inmediatos del funcionamiento de la Economía Capitalista. Y además de todo ello, socialmente se consideran fundamentalmente dos cosas: horas de trabajo a cualquier nivel y pago de impuestos de los beneficios empresariales (I.S.) y de los trabajadores (IRPF, cuotas S.S., etc.). Con ello los economistas dicen que se “redistribuye la riqueza” y por tanto el Estado de Bienestar, económico y social, implantado en medio primer mundo, aumenta.

Y aquí viene lo bueno. Si en vez de todo esto, una persona que dispone de dinero suficiente lo que hace es comprar un edificio entero ya hecho y revenderlo a mayor precio por partes pequeñas (pisos), obteniendo por ello su beneficio, hablamos de un “especulador” sin prejuicios, que no crea puestos de trabajo, que no genera riqueza y que solo obtiene su propio beneficio. Además socialmente se trata de un bandido que aplasta a los demás, que sólo consigue el incremento de los precios para su egoísta beneficio. Esto es ASI, estas palabras son normalmente “aceptadas” y lo peor, asimiladas en la habitual jerga política mentirosa. Y más, la masa lo acepta como real y cierto. Mentira.

Si intentamos aparcar el tema de la evasión y el fraude fiscal (que existe, es real y hace daño) para lo cual el Estado tiene medios, si quiere (no interesa políticamente hablando, habitual doble juego de los políticos), para atajarla, vamos a intentar llegar al fondo del asunto económico (el social comúnmente aceptado es la maldad de esta persona).

La persona que ha hecho esa compraventa si que ha generado riqueza. Primero ha hecho que el constructor o antiguo promotor gane su dinero afectando directamente a toda la cadena. Segundo genera puestos de trabajo porque ella solita no va a vender pisos, ni a hacer publicidad, ni marketing, ni servicios de mantenimiento, ni conserjes, etc., etc. Además por el beneficio generado va a pagar impuestos, sueldos, etc. Y por fin con su beneficio va a generar más riqueza porque o bien se lo va a gastar (lo que reactiva más cadenas de producción) o bien lo va a reinvertir en la generación de otro negocio similar. O por lo menos buena parte de ello.

Y en todo ello nos hemos dejado a la parte más importante de la cadena, el sector financiero. También se suele escuchar que el sector financiero no es un sector real de la Economía. Pues como podrán observar es parte fundamental de la misma. Para el patrón de pesca que compra el barco, para comprar camiones el mayorista de pescado, para alquilar un local el pescadero final; para comprar un solar, para financiar la construcción de una obra, para los consumidores finales que compran los pisos o para que el “especulador” compre la obra completa.

Independientemente de la crisis económico financiera actual y sus orígenes y consecuencias (tema muy largo a debatir) los bancos son cruciales en la generación de toda la cadena de valor. Sin ellos el resto no hubiera existido. Vamos a dejar de lado otras consideraciones pero ¿no son los bancos fundamentales en el proceso? ¿no generan beneficios que han de pagar impuestos?¿no generan puestos de trabajo?¿no reinvierten sus beneficios lícitamente?

Los bancos ganan dinero básicamente tomando dinero a un tipo de interés y prestándolo a otro mayor. Ese diferencial es su ganancia. Pero tomado en esencia eso no es malo, es bueno, genera actividad real, beneficios reales y puestos de trabajo reales en toda la Economía. Pero los bancos también obtienen sus recursos “especulando” en los mercados. ¿Son por ello malos intrínsecamente? NO.

¿Es bueno un bar de copas? … lo pueden pensar. Genera muy pocos puestos de trabajo, el margen de beneficio es brutal para el empresario si le acude gente, no genera riqueza directa y la social en cuanto a ocio y esparcimiento (necesario en la Sociedad) puede ser tremendamente “compensada” con los accidentes de tráfico, alcoholismo, peleas, drogas, etc., etc. Económicamente sigue siendo un buen negocio, ya … ¿y socialmente? … Pues no están demonizados los empresarios de bares de copas (algo que me parece fantástico).

Les pongo un ejemplo de una actividad económicamente desastrosa pero socialmente tremendamente valorada (por mi también). Y ello con todo mi respeto a su formación, preparación, capacitación, dedicación a su trabajo y profesionalidad. Por supuesto me gustaría que se entendiera en sentido amplio. Yo lo haré en sentido estrictamente económico: el sector médico.

Un médico que trabaja para el Estado es una ruina económica. Sólo gasta. Le supone al Estado un gasto tan brutal que si nos paramos a pensarlo nos quedamos de piedra. En preparación previa, sueldos, materiales, equipos, etc., etc. Económicamente hablando solo generará riqueza directa cuando gaste su sueldo. No deja intervenir tampoco al sector financiero, directamente, no pide créditos para trabajar. Si que genera riqueza en las empresas de medicamentos, a las de fabricación punteras de equipos, etc., pero un beneficio muy importante para las empresas y una ruina económica para el Estado, una hemorragia, que lo paga (vamos a suponer que puede, que no puede) mediante la redistribución de la riqueza previa. Salvo que el médico monte una clínica privada, entonces sí que generará beneficios económicos directos e incluso puestos de trabajo. Pero entonces su “bondad social” pierde enteros.

El médico no es un especulador, al contrario, es alguien que presta un servicio insustituible a la Sociedad (a algunas porque en muchas los gobiernos prefieren que no crezca la esperanza de vida por razones económicas). Es alguien muy valorado e indispensable ¿por qué? Pues porque genera valor en lo más importante para el ser humano, la salud. No genera dinero directo, solo gasta. Y es admirado. ¿Quién vendió el bloque de pisos no ha contribuido al sueldo del médico y por tanto a la curación de pacientes?... pero el “especulador” es “malo” y el médico es “bueno”. Económicamente hablando, en el sector REAL de la Economía es mucho más interesante el primero. Socialmente hablando, claro, el segundo.

Bueno pues esto ocurre con el operador en mercados, el trader. Creo que a estas alturas vemos que si gana dinero es económicamente bueno para la Sociedad. Puede gastar y reinvertir sus beneficios, incluso de vez en cuando genera puestos de trabajo directos (pocos, si). Pero socialmente es malo ¿por qué? Pues porque no realiza directamente el valor añadido de una manufactura, ni puesto de trabajo directo. Toma productos del mercado y los compra o vende a diferencial para obtener beneficios, produce impuestos, incluso genera actividad financiera directa. Pero es que si lo pierde solo causará su propia ruina, no genera cadenas de pérdidas de valor. A nadie le hace daño.

Eso si, socialmente puede ser un inadaptado, un especulador sin prejuicios (me hace gracia cuando se usa esta palabra de manera peyorativa), un loco solitario que se aprovecha del esfuerzo ajeno, que no genera riqueza, que actúa con “aire”, con humo volátil. Incluso es peor que el vendedor del edificio porque al menos éste tiene “ladrillos”, el especulador no tiene nada, anotaciones en cuenta. Números escritos en “barras de hielo” que no producen nada. Solamente pueden generar caídas de la Bolsa (de chiste) y pérdidas de valor para el “inversor tradicional” que ha ganado el dinero e invierte sus ahorros con el sudor de su frente. Por cierto, que se pongan a operar a ver si sudan.

Pues basta ya de ignorancia, de demagogia barata y de mentiras generalmente aceptadas como verdades. Al fin y al cabo un trader es un “autónomo” que se atreve a realizar una actividad diferente, desconocida en profundidad por la Sociedad, que genera riqueza y que si no la genera solo se causa daño a sí mismo. ¿Existe en la Economía alguien tan aséptico para el Sistema?

Trabaja en algo que requiere mucho más sacrifico que lo que la mayoría ve y sobre todo es capaz de arriesgar su propio patrimonio a diario, constantemente (en ningún trabajo del mundo ocurre esto, ni en otros autónomos ni por supuesto en directivos que arriesgan el ajeno, el de los socios).

Ya están acostumbrados a ser “políticamente incorrectos”. Bueno, es lo que hay. Solo ellos saben de su valor. Pocos les van a entender, al revés. Son unos pocos miles en comparación con la masa social políticamente correcta que cumple un trabajo perfectamente social. Aunque las empresas estén muchas de ellas llenas de incompetentes, vagos y medradores sociales, bien vistos, claro. Lo han elegido libremente. A nadie le hacen daño, como si que lo hacen muchos otros.

Para nosotros tienen mucho valor, son emprendedores, generan riqueza y no son comprendidos. Al fin y al cabo son héroes, no villanos.

Mucho ánimo para todos ellos. Mi más sincera admiración.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Cuantas verdades juntas.
Siento rabia cuando oigo comentarios sobre nuestra profesión como si cada uno de nosotros con nuestra humilde operativa fuésemos capaces de hacer tambalear los mercados, terreno pantanoso donde solo los grandes, Bancos, Entidades Financieras, Agencias de Rating y Gobiernos pueden hacerlo.

Anónimo dijo...

Pues nosotros a lo nuestro Javi. Sabiendo lo decentes que somos.

Gracias y un abrazo.

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